Sobre como nos afecta la corrupción

Ulises Guelfi
5 min readApr 18, 2019

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En Panamá hay pocas cosas de las que se hable tanto como la corrupción, este mal que nos aqueja desde hace años pero que nunca resolvemos. Esto quizás porqué ya se ha normalizado, ya no nos sorprende porqué nuestros políticos nos han domesticado. Esos políticos que la tachan de lo peor, pero durante el día y la noche se juntan con ella.

Pero para hablar sobre como nos afecta, primero debemos entender como se crea y debemos estar claros de su significado. La corrupción es la práctica que consiste en hacer abuso de poder, de funciones o de medios para sacar un provecho económico o de otra índole. Se entiende como corrupción política al mal uso del poder público para obtener una ventaja ilegítima.

La corrupción se da en el Estado que es un sistema social con una política en común. En el mismo, se encuentran los poderes legislativo, ejecutivo y judicial que son entidades necesarias para el funcionamiento de una democracia. Los ciudadanos pagamos al Estado impuestos con el objetivo que administre y tome decisiones de país sobre diferentes temas (infraestructura, ordenamiento vial, salud, educación, entre otros).

Ahora, el medio en que se da la corrupción es durante los procesos que se dan en cada entidad del Estado ya sea para compras, cobros u otros. Sobre estos procesos es por donde se busca cometer el delito (Esto es a lo que llamamos debilidad institucional) y para que exista corrupción debe haber un emisor y un receptor. El proceso es simple, el emisor envía el mensaje al receptor y el receptor al recibirlo, interpreta y decide el siguiente paso que puede ser acceder al delito o no; todo esto se puede dar en cualquier nivel, darle un “salve” a un policía para que no te ponga la multa, también es corrupción.

El proceso de ser exitoso se repite y se puede reaplicar a otras entidades. Obviamente, como todo buen negocio los amigos (y los amigos) del emisor se pueden enterar de esta oportunidad y comenzar a aprovecharla. Aquí es donde entran los entes reguladores y de justicia. Los reguladores, deben ser estas entidades que ayudan a ver que todos los procesos se estén llevando en orden y de manera correcta. Pero de no existir auditorías, revisiones o investigaciones que terminen en casos juzgados los emisores pueden tener plena confianza de que los actos que siguen haciendo no tendrán ningún tipo de repercusión (Certeza del castigo). En otras palabras, pueden continuar con total tranquilidad robando.

Todo este circulo de eventos hace que se normalice la corrupción, esto incluso con los medios ya habiendo investigado. Esto hace que ya no nos alarmemos o nos sorprenda un caso nuevo y que, con el tiempo, la población (gracias a las acciones populistas) cree frases como: “Robo, pero hizo” que no es más que una excusa a la inmoralidad y un refuerzo de que el fin justifica los medios. No hay diferencia con otra frase muy conocida: “Me pega, pero me quiere”.

¿Te gustaría que te robaran tu carro pero te dejaran los rines limpios? ¿Qué se llevaran los muebles de tu casa pero te dejaran la ropa doblada? Eso quiere decir la frase robo pero hizo. Ese dicho solo perpetúa la corrupción en el país y la injusta distribución de.
Si decimos “robó pero hizo”, estamos justificando una conducta inmoral amparándonos en una necesidad material.

En Panamá la corrupción es orquestada por los tres órganos del Estado y las consecuencias se ven en los 4 tipos de capital que nos explica Pierre Bourdieu: económico, cultural, social y político. La corrupción aleja la inversión que es necesaria para crear trabajos para ti y para mi, para estos trabajos necesitas estar capacitado, para tu estar capacitado necesitas políticas públicas que incentiven la educación y la cultura. Las políticas públicas hacen que mejoren los procesos y se creen nuevas iniciativas en todos los sectores. ¿Por qué aleja la inversión? Porque quien quiere competir en un país donde ya se sabe antes de la competencia quien va a ganar.

Recuerden que cada uno de nosotros hace un esfuerzo y paga al Estado para recibir servicios públicos de calidad. Entre ellos: agua, medicinas, infraestructura vial, educación, seguridad, espacios públicos, electricidad, leyes, entre otros. El problema es que entre tanta corrupción por los procesos amañados en cada entidad , tu y yo, nos hemos acostumbrado a recibir un mal servicio en cada uno de estos puntos y a no exigir transparencia ni rendición de cuentas por parte de quienes nos gobiernan.

Ahora, para combatir la corrupción hay que estar claros que la misma no se erradica, sino que se controla. Para esto debemos crear políticas públicas que ayuden a crear transparencia en los procesos, asegurar que haya certeza del castigo dándole total autonomía al judicial y colocando a las personas correctas en los puestos correctos para realizar el trabajo.

Entonces así mismo como nos puede dejar cicatrices agarrar una olla caliente sin protección, lo mismo pasa con la República, la corrupción le deja marcas con las que todos debemos lidiar. Estas marcas son difíciles de quitar y nos recordaran para siempre el mal camino que tomamos si y sólo si, logramos encaminarnos. Se aproximan unas elecciones en un par de días, las mismas en mi opinión, serán una de las más importantes y relevantes para Panamá debido a la vorágine de corrupción e impunidad en la que nos encontramos. La oportunidad de transformar el país esta en cada ciudadano. Eso si, tengan en cuenta que entre más nos demoremos en cambiar de rumbo mas costoso, difícil y doloroso será el camino hacia donde nos queramos dirigir. Piensa el voto, infórmate y no votes con el corazón, vota con la razón. El cuarto poder si puede hacer un cambio.

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Ulises Guelfi
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Written by Ulises Guelfi

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