Sobre la discriminación
¿Cuantas veces hemos escuchado: “No tengo nada en contra tuya por ser (introduzca un adjetivo), pero (introduzca un vomito de palabras)”?, seguramente un millar de veces. El problema de esta oración está en que al utilizar el “pero” estas afirmando que tienes algo más que decir, además la palabra “pero” se usa como conjunción adversativa para denotar una contraposición entre dos proposiciones.
Al final cuando lees este tipo de oraciones obtienes su verdadero significado: No tengo ningún problema con las personas LGBTI+ (sé que existes), pero (pero) la familia es una (no estoy dispuesto a escucharte) y lo dice la mayoría (porque tú y yo no somos iguales).
Las personas que suelen usar este tipo de oraciones normalmente no entienden el significado de la palabra discriminar, ni mucho menos el uso adversativo de la palabra “pero” ya que piensan que discriminar se reduce a no dejar entrar a alguien a algún lugar, insultarlo o golpearlo (que al final es discriminación llevada al extremo). Según la RAE discriminar significa: “Dar trato desigual a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, de sexo, de edad, de condición física o mental, genero, entre otros”.
Sé que existes
Pero ¿De donde nace la discriminación? Esta nace de cada una de las etiquetas sociales que creamos y que comparamos contra un modelo concebido de perfección de la sociedad. Ahora, las distinciones han existido desde hace mucho tiempo y se da por el efecto en si de que los humanos al no tener una esencia fija como los otros animales crean culturas y sociedades que tienden a ser muy diferentes entre si, entonces al encontrarse con sus diferencias comienzan normalmente a tratar de dominarse entre ellas para que su norma prevalezca. La sociedad más fuerte controla a la de menor capacidad a su antojo hasta que esta ultima se revela y produce un cambio.
Cada cultura y época tiene su modelo de perfección, lo podemos ver fácilmente viendo por ejemplo como en los 60 era normal y aceptado que la mujer tuviera un papel más hogareño a diferencia de hoy en día. También como antes la definición de éxito era tener dinero, casa y familia cuando ahora es poder disfrutar la vida.
Ahora, esto no sucede solo cuando dos culturas chocan. Esto también sucede dentro de un misma sociedad en donde todo lo diferente a ese modelo de perfección es tratado de enderezar para que se parezca lo más que se pueda al modelo social aceptado para que no sufra por ser diferente. Por ende, las personas saben que existes aunque desearían lo contrario ya que para ella le generas un ruido innecesario en sus vidas.
Pero no estoy dispuesto a escucharte
La discriminación siempre ha nacido de estas ideologías. Obviamente en estos tiempos las cosas pueden empeorar más que nada por las redes sociales. Con estas podemos crearnos estas burbujas digitales que reafirman con un par de likes nuestro pensamiento social.
Una ideología (según Wikipedia) es un conjunto normativo de emociones, ideas y creencias colectivas que son compatibles entre sí y están especialmente referidas a la conducta social humana. Las ideologías describen y postulan modos de actuar sobre la realidad colectiva, ya sea sobre el sistema general de la sociedad o en uno o varios de sus sistemas específicos.
Lo interesante aquí es que todos nacemos con la mente en blanco. Es la sociedad mientras vamos creciendo que nos ayuda a construir una perspectiva del mundo según nuestras experiencias, circunstancias y contexto. En lo que vamos creciendo vamos agregando capas y más capas a nuestros conceptos aprendidos. Por ejemplo, si de pequeños nos hubieran dicho que los niños usan rosado y las niñas usan azul hubiéramos crecido pensando esto. Esto se explica más fácil entendiendo que al tener todos diferentes pasados todos tenemos diferentes maneras de ver las cosas.
Ahora, aceptar que todos tenemos diferentes pasados es fácil. Lo complejo es entender lo diferente porque nos hace cuestionarnos nuestras propias creencias. Todo esto genera ansiedad e incertidumbre a la persona, aunado a que el humano le teme por su propia naturaleza a lo diferente porque ocasiona incertidumbre. Abrazarte fuerte a tus creencias genera cierta seguridad porque te dice más o menos donde estas parado, puede que se trate de una mentira, pero te ayuda a definirte como persona y te hace parte de un grupo.
Entonces al entrar en una discusión si ninguno de los sujetos está dispuesto a hablar y entender la posición del otro, ambos tomaran posiciones extremas y se verán como enemigos. Es así como se forma el odio, debido a la incapacidad de entender la situación de la otra persona. Todo esto hace que la misma sociedad se vaya segregando y se creen campañas en contra de los derechos de otras personas pensando que la libertad de expresión es poder decir mi opinión como un energúmeno difamando, calumniando, incitando, inventando hechos o amenazando a otros.
El odio siempre va a ser la salida más fácil debido a que el odio se da por ignorancia, por desconocimiento de la otra persona y la capacidad de entablar una conexión con lo diferente. Es más fácil opinar desde la ignorancia que tener un criterio, ya que este último, requiere de algún esfuerzo.
Lo dice la mayoría (porque tu y yo no somos iguales)
Esto significa que como gran parte piensa y se parece física o mentalmente, seguramente tendrán la razón. La famosa psicología de masas. Normalmente este tipo de pensamiento es el que trae consigo las innumerables guerras y genocidios que hemos vivido desde principios de los tiempos.
El problema de pensar diferente a la masa es que siempre se paga un precio alto: el de la soledad, la burla, la separación, silencio de la familia, entre otros, precio que generalmente no se quiere pagar.
Luego de tanto sufrimiento el mundo logro parir lo que llamo “La Declaración Universal de Derechos Humanos”, que no es más que “el reconocimiento de la dignidad inalienable de los seres humanos”. Libre de discriminación, desigualdad o distinciones de cualquier índole, la dignidad humana es universal, igual e inalienable. Todo esto para tratar en un esfuerzo global de detener los diferentes tipos de discriminación que existen en el planeta.
Ahora, es un documento legal que ayuda muchísimo a las desigualdades que vivimos algunas personas, pero ¿Como se logra manejar a alguien que discrimina? Dialogando, tratando de entender el punto de la otra persona y viceversa, escuchando y oyendo, experimentando y lanzándose a probar, auto cuestionándose, atreviéndose a ser vulnerable, entendiendo que todos somos humanos y lo único que nos diferencia y separa son nuestros pensamientos y barreras mentales.
De no funcionar nada de esto, entonces debemos ser intolerantes ante la intolerancia. Popper expone cual debe ser la forma de actuar ante la intolerancia: “Deberemos reclamar entonces, en nombre de la tolerancia, el derecho a no tolerar a los intolerantes. Deberemos exigir que todo movimiento que predique la intolerancia quede al margen de la ley y que se considere criminal cualquier incitación a la intolerancia y a la persecución, de la misma manera que en el caso de la incitación al homicidio, al secuestro o al tráfico de esclavos”.